mayo 23, 2010

Te imaginaste tener un parto asi??

Cuando cargue a mi hija Cecilia por primera vez la enfermera que auxilió mi parto me pregunto – te imaginaste tener un parto así? – Nunca, le dije - ni una sola vez cruzo por mi mente tener un parto tan sencillo.
El martes 18 de mayo en la madrugada comencé a sentir cólicos cada 15 minutos, tenía 39 semanas de embarazo. No lo considere serio aunque me mantuve despierta dando vueltas en mi cama al estilo embarazada, con todas las fuerzas de mis brazos y una ridícula cantidad de almohadas rodeandome. A las 5:30 am llame a Guillermo por teléfono a Greensboro (a donde se había ido el día anterior por motivos de trabajo) y le dije- creo que estoy en trabajo de parto, prepárate por si tienes que regresar de urgencia y contesta tu celular aunque te llame mil veces.  

A las 8 de la mañana llame al consultorio de mi doctor y me dijeron que fuera a que me revisaran en el transcurso del día, pero que si se me rompia la fuente, si sangraba o si sentia las contacciones mas seguido fuera inmediatamente. Yo espere a Guillermo y en cuanto llegó nos fuimos a la clínica.

Dr. M. me revisó y me dijo –se te acaba de romper la fuente y tienes 4 cm de dilatación, parece que hoy nace la bolita!! Guillermo y yo no lo podíamos creer!!! Hoy?? Hoy??? Como que hoy?? Si todavía no estamos listos, nos falta…. Mmm?? ….. nos falta…. sangre de plomo?? que te puede hacer falta a unas cuantas horas del nacimiento de tu primer hijo además que entereza, objetividad y sangre de plomo. Todo lo demás estaba listo. Nervios, emoción, nauseas, dolor, ganas de llorar y de hacer pipi, hambre, miedo, angustia, todo eso junto y revuelto. Dr. M. nos dijo – ahora mismo llamo al hospital para que les preparen una habitacion. Nervios, emoción, nauseas, dolor, ganas de llorar y de hacer pipi, hambre, miedo, angustia, todo eso otra vez. Mareada por la noticia me levante, me abrace fuerte de mi marido para llenarme de valor y nos fuimos al hospital.

Nos instalamos, me pusieron mi bata, mi suero, el monitor para la bolita amarrado a mi barriga, me midieron el cérvix - 5 cm!!! dijo la enfermera; como 5cm? - le pregunte, si me acaban de decir que 4. Para las 3 de la tarde ya no podía pasar una contracción más sin ayuda. Le pedí a Guillermo que me ayudara a contar, que me ayudara a concentrarme en los números para no pensar en el dolor, que me ayudara a balancearme en la pelota en donde me senté y que LE LLAMARA A LA ENFERMERA YA PARA LA EPIDURAL, PERO YA!!!

Llamaron a la anestesióloga. Por Dios!! Como se tardo la mujer!!! Y yo preparada, sentada al borde de la cama, con una almohada enfrente de mi barriga y la espalda desnuda sintiendo que con cada contraccion se me iba el alma al cielo. Llegó la mujer, bendita sea, sacó su aguja, me inclino, NO te muevas – me dijo – respira, respira, vas a sentir el piquete de la aguja, nada del otro mundo (cierto, yo había imaginado el peor de los dolores, era mi temor mas grande …. nada que ver) y me ayudaron a recostarme. Gracioso – le dije – solo siento dolor en mi lado derecho. Como?? Sientes el lado derecho?? Me sentaron otra vez, me pusieron la almohada delante de mi barriga, me desnudaron la espalda, me inyectó nuevamente. Ya, ahora si ya no me duele. Eso no quiere decir que no sintiera las contracciones (ahora cada 2 minutos) lo que pasa es que sientes la presión pero sin dolor. Bendita sea la medicina moderna. A mi que no me vengan (como ya lo intentaron) a decirme: ujules, pero así que chiste!! A esas gentes les digo, porque no van y se sacan las muelas sin anestesia?? Si no, que chiste?? Por amor de Dios, que necesidad hay de que a una se le desgarre la entraña?? Con dolor –digo yo – porque de todas formas se te desgarra.
Ya mas tranquila me comí una de las paletas que mi papa me mando de México el otro día, de las enchiladas luxus, las que me reconfortan siempre en momentos de incertidumbre.

Regresó la enfermera, me midió el cérvix otra vez y me dijo – vamos a practicar la forma en que vas a empujar a la bolita, te vas a sentar así, pones las piernas aquí y cuando sientas que comienza la contracción te haces para adelante, pones tu barbilla en tu pecho y empujas, a ver 1, 2 - y empujé con todas mis fuerzas – para, para, me dijo!!! Ya esta por salir, mira Guillermo ven, vez su cabecita?? (su cabecita?? pensé yo, como que su cabecita?? en donde esta el Dr. M?? ya va a salir?? Ya, ya? Ya??). Esta toda greñuda!!! – me grito Guillermo – no marches Abi, ya le vi la cabecita!! Esta toda llena de pelo!! Ahí si para que vean, nervios, emoción, nauseas, ganas de llorar y de hacer pipi, hambre, miedo, angustia, y además quería seguir empujando hasta que saliera, no se si era yo o mi cuerpo el que solito sin importarle si yo ayudaba o no empujaba. El nacimiento de Cecilia era inminente!! Con Dr. M o sin el.

Llegó, se asomó por entre mis piernas, pero esta niña ya esta casi afuera – dijo. Ya se, puede hacerme el favor de darnos una manita??, pensé. Cuando sientas la contracción – me dijo - empujas, lista 1, 2 … pero mira nada mas que encanto de niña, que chiquita, cuanto cabello, tiene pestañas de muñeca, aquí esta tu hija y me la pusieron en el pecho. Eran las 6:08 pm

Y ahí fue donde la enfermera me preguntó si me imagine un parto así de rapido y facil. Nunca, ni mucho menos me imaginé lo que sentí cuando abrace por primera vez a la bolita, toda mojada y arrugada con su carita de Shar pei y sus deditos de geco!! Y si, como dijo el Dr. M, con pestañas de muñeca.

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