enero 02, 2009

Una mamá como la mía.


Primero dijo que no venia porque tenia que trabajar. Luego la llame unos días después y me dijo que siempre sí porque no tenia que trabajar todos los días que pensó. Así que compró su boleto, hiso su maleta y al día siguiente mi mamá ya estaba aquí en Charlotte. No pasamos la Navidad juntas, pero sí el día en que tuve mi periodo otra vez y el último día del año. Con mi mamá los días se pasan con mucha tranquilidad porque no es de las personas que les gusta “turistear”. Ella viene a verme, a depilarme las cejas “como debe ser”, a ponerme aceites naturales en el cabello –esta vez utilizó uno de coco. También viene a mover los muebles y adornos de mi casa hasta que les encuentra el lugar en que se ven mejor, a ver películas y comer palomitas tooooda la tarde y parte de la noche, pero sobre todo viene a platicar conmigo, a hacerme sentir bien, a aconsejarme y a regañarme, a recordarme que no importa los años que tenga, siempre es mejor como te lo dice la mamá. El mes de diciembre tampoco fue “mi mes” para lo del bebecito, pero estoy comenzando este año con mucha alegría, con muchas bendiciones, con muchas ganas. Ojala este año me convierta en mamá, pero en una mamá como la mía.

No hay comentarios: