Así celebramos la bolita y yo su cuarto cumple-mes, apachurradas la una con la otra, agarrándonos los deditos, jalandonos el cabello, ella dándome patadas de felicidad, miles de sonrisas y gritos locos mientas yo le cantaba, le acomodaba el cabello, le quitaba los mocos (esta medio resfriada la pobre), poniéndole su chupón y dándole algunos de los miles de besos que prometí darle antes de que cumpliera 1 año (quiero llegar a 1 millón). Me encanta mi niñita!! Me asombra como ha crecido en solo 16 semanas y la cantidad de cosas que ha aprendido! Lo mejor de todo es ver como poco a poco deja de ser un tamalito comelón y llorón para convertirse en una bebecita que nos deja saber que quiere más, que quiere menos o que quiere otra cosa totalmente diferente. Guillermo y yo no podemos aguantar las ganas que tenemos de verla corriendo por ahí, revolviéndolo todo y sacándonos hasta la ultima gota de vida!!
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